¿Cómo no se me había ocurrido antes? ¿Esto es verdaderamente la libertad? No. Todos somos presos de algo; algo que en teoría nos importa, ya sea la familia, la pareja, el tabaco, el alcohol, las drogas en general. Y la pregunta es, ¿las drogas importan? para mucha gente sí, es un hecho social esencial, del cual dependen en muchas ocasiones para poder relacionarse con el resto del conjunto humano. Y no solo el tabaco o el alcohol son drogas. Gente adicta a los amigos, a los novios/as, en definitiva a las relaciones personales y esclavo de las emociones. No es tan fácil verlo cuando se está en el ajo. Vivimos en una era de egoísmo individual que nos lleva a la desesperación y a veces a la depresión. No sabemos amar, no sabemos dar, no sabemos respetar, no sabemos nada, una oleada de ignorancia tras otra, hasta que llegamos a un punto límite, en el que decidimos ver con los ojos en vez de mirar, porque ya no queda otro remedio. Abatidos, débiles, entristecidos, desmoralizados, desplomados y postrados ante la angustia. Apariencias absurdas y sin sentido disimulan el dolor. Me compadezco a mi misma de las veces en las que me he encontrado en esta situación, y ojalá la gente aprenda a cuidarse sola y a sobrevivir.