domingo, 17 de abril de 2011

Con rumbo propio

La soberanía ahora también está en el peligro, a pesar de la libertad aparente  de que gozamos. Cuando una persona está estresada o agobiada, de forma sutil pero no por ello despreciable, empieza a perder la capacidad de decidir por sí misma. La presión del entorno, laboral o familiar, nos produce estrés y ese estado mental nos conduce a un comportamiento determinado, distinto de como somos en una ambiente más relajado. Ese cambio de actitud ante la vida puede tener un claro efecto negativo en la salud y en las relaciones personales...

[...]El estrés hace que la vidase viva como una lucha por sobrevivir en vez del milagro que es. Este hechizo que produce el estrés afecta a la percepción de la realidad y despierta el miedo o rabia. Estas emociones nos llevan a un tipo de comportamiento reactivo donde los sacrificios se van sucediendo, sin que se consiga cambiar significativamente el curso de los acontecimientos. A la larga el estrés hace que vivamos en tensión, con prisa para todo, sin poder disfrutar de muchos momentos bonitos de la vida. Pero ¿es este estado algo inevitable en los tiempos que corren o se puede vivir de otra forma?


                                                                                                               Andrés Martín Asuero

No hay comentarios:

Publicar un comentario