lunes, 16 de mayo de 2011

El control

Controlar crea una energía especial. Las personas la perciben aunque sólo estemos pensando en ello sin actuar. Las personas reaccionan a ésta, a veces haciendo deliberadamente lo que intentamos que no hagan, o no haciendo lo que queremos que hagan. Es una energía dominada por el miedo.
Es natural desear controlar a otros, sonre todo cuando están dañándose a sí mismos o a nosotros, o cuando las cosas no funcionan como queremos. Pero no es nuestra responsabilidad cuidar de otros, de sus sentimientos, pensamientos, decisiones, crecimiento y responsabilidades. Es nuestra responsabilidad hacer esto para nosotros mismos. 

Esto no implica: No me puedo defender contra lo que otros me hacen o me han hecho. Estamos diciendo lo opuesto: que somos responsables de nosotros mismos y de nuestros asuntos. Los otros son responsables de sí mismos y de sus asuntos, nos guste o no la forma en que cumplan con esa responsabilidad.

Somos responsables de aliviar nuestro propi dolor, de enfrentar y manejar nuestros propios miedos, de decir que no, de darnos a nosotros mismos lo que necesitamos, de poner nuestros límites, de elegir y tomar decisiones cuando necesitemos hacerlo para cuidar de nosotros mismos en cualquier circunstancia o situación. No somos víctimas.
Cuando comencemos a cuidar de nosotros mismos, comenczaremos a vivir nuestra propia vida, y todo lo que nos corresponde será nuestro. Cuando dejamos d controlar a los demás podemos permitirles llevar su propia vida y confiar en ellos para hacerlo.

1 comentario:

  1. OLE, en realidad, o al menos en mi opinión, el deseo de controlar a los demás es en realidad controlar un miedo irracional dentro de nosotros mismos.

    ResponderEliminar